si hicieramos lo mismo que los demás, pensaramos como ellos y no vieramos nada más... ¿qué sentido tendría la vida?
Tenemos, es más, debemos mirar más allá, plantearnos las cosas más de una vez y hacer lo que de verdad nos diga el corazón, pensando a veces únicamente en nosotros mismos y en los momentos, lugares, ocasiones dónde realmente encontramos la felicidad auténtica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario